Antes de empezar hablar de este tema, quiero definir ¿qué es tener una mala relación con la comida»? lo podría resumir en el acto que nos lleva a comer de una forma insconciente o compulsiva, sin disfrutar del momento, asociado a una emoción, que termina con un sentimiento desagradable, generalmente culpa.
Podemos hablar de mala relación de la comida sin necesidad de llegar a mencionar los transtornos de alimentación: anorexia, bulimia, atracón. Sin embargo, ellos constituyen el extremo de la mala relación con la comida.
Actualmente existen estudios que avalan el mindfulness demostrando su eficacia con respecto a otros tratamientos, por ejemplo la terapia cognitivo conductual, en los trastornos de conducta alimentaria. La mayor parte de los estudios no son ensayos clínicos, no se comparan con otra terapia, pero últimamente se esta avanzando bastante.
La mayoría de las pacientes que vienen a mi consulta por un trastorno de alimentación, presentan un desbordamiento emocional que les impide pensar con claridad, es como si su cerebro se moviera sin parar buscando la solución a un problema que es muy grande para ellas. Pensar con claridad y racionalidad se hace imposible.
Con la técnica de mindfulness y mindful eating logro trabajar desde el ser, vaciando la mente de pensamientos en bucle.
El mindfulness vence el obstáculo de la racionalidad y conecta con la consciencia y el amor, desde la compasión.
Cuando entiendes lo que te pasa con una mirada compasiva y no crítica, empiezas a hacer cambios definitivos con respecto a tu relación con la comida, contigo y con los demás