Seguro que has oído hablar del los probioticos, pero sabes ¿Qué son? y cuáles son los alimentos probioticos qué puedes consumir.
El termino probiotico viene del griego «para la vida» y son microorganismos vivos, que si se consumen en cantidades adecuadas, producen muchos beneficios.
Es muy importante que para que un alimento pueda convertirse en un probiotico, debe de contener bacterias que resistan el paso por el aparato digestivo, específicamente de los ácidos gástricos, para que así consigan llegar al colon para ejercer una influencia sobre la flora bacteriana de la persona.
La flora bacteriana constituye un entorno esencial para el mantenimiento de la salud con el que debemos cohabitar armoniosamente. Cualquier alteración de la flora bateriana, bien sea por medicamentos, nutrición o algún factor fisiológico, puede ser causal de diversas enfermedades, sobre todo las de inflamación intestinal como estreñimiento, diarreas, colitis, colon irritable, Crohn o incluso cáncer.
El biólogo Elías Metchnikoff (1845-1916) estudio los efectos beneficiosos de las bacterias lácticas para nuestra flora bacteriana. Observó que los búlgaros tenían una longevidad elevada y emitió la hipótesis de que la longevidad era producto del consumo de grandes cantidades de yogurt. Es por ello que ahora consumimos probioticos añadidos a los yogures.
Las bifidubacterias que tienen los yogures, tienen la capacidad de transformar , en ausencia de oxigeno, como en el colon, las sustancias ricas en ácido láctico, mediante un proceso llamado fermentación láctica.
Es decir que la presencia de bacterias lácticas en el colon tienen un gran impacto sobre el equilibrio de intestino y de paso en nuestro sistema inmune y la salud en general.
Debemos de conseguir, a través de nuestra alimentación, que nuestra flora bacteriana este constituida principalmente por bacterias beneficiosas, que ocupen el máximo terreno disponible para impedir los efectos nefastos que podrían causar las cepas bacterianas patógena, por su elevado factor de intrusismo.
Alimentos probioticos
- El yogurt. Actualmente se fabrica con dos cepas Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus. Estas bacterias transforman la lactosa en ácido láctico, por eso su sabor ligeramente agrio y una ligera coagulación. Para que aproveches su efecto beneficioso en el intestino, el yogurt debe de estar frío y preferiblemente sin azúcar, si está enriquecido con bifidobacterias y lactobacilos es aún más beneficioso
- El kefir. Esta leche fermentada se obtiene por la acción de muchas bacterias diferentes y lavadura, se añade a la leche de vaca o cabra, como un racimo de forma de coliflor. La bacteria le da un sabor agrio, parecido al yogurt y las levaduras transforman la lactosa en gas carbónico. Contiene más bacterias que el yogurt y un polisacárido llamado kefiran, que favorece a mantener nuestro sistema inmunitario en optimas condiciones.