Alguna vez te has preguntado ¿porqué comes cuando no tienes hambre? Seguramente tu respuesta inmediata es tengo ansiedad por comer. Si ese es tu caso, sigue leyendo y te explicaré porqué te pasa esto.
En mi artículo de este blog Tengo ansiedad, te explico las causas de la ansiedad y también te ofrezco una guía de cómo empezar a gestionarla a través de una herramienta muy efectiva, como la meditación.
Sin embargo, la ansiedad por comer tiene que ver con la necesidad de comer cuando estas más estresada, nerviosa o inclusive superada de actividades, donde parece que el tiempo juega en tu compra y vas contra reloj.
Y la pregunta es ¿Porque recurres a la comida cuando te pasa esto? Para responder esta pregunta tengo que explicarte el funcionamiento de nuestro cerebro cuando esta bajo los efectos del estrés.
Como sabrás, nuestro sistema nervioso autónomo es la parte del sistema nervioso que inerva los órganos internos, incluidos los vasos sanguíneos, el estómago, el intestino, el hígado, los riñones, la vejiga, los genitales, los pulmones, las pupilas, el corazón y las glándulas sudoríparas, salivales y digestivas.
El sistema nervioso autónomo tiene dos divisiones principales:
- Simpático
- Parasimpático
El Sistema nervioso simpático sobrepone la supervivencia: huir o pelear. Así produce nurotransmisores y hormonas encargados de que la supervivencia sea efectiva: cortisol, adrenalina y nor-adrenalina, entre otros.
El Sistema nervioso parasimpático repara todo el desgaste causado por el sistema simpático con neurotransmisores y hormonas como la dopamina, oxitoxina, serotonina, melatonina entre otros.
El hombre en la prehistoria huía del león o se enfrentaba a otras tribus para sobrevivir, hoy eso mismo se traduce a lidiar con tu jefe, llevar el control de la casa, el trabajo, la pareja, los padres y los amigos y todo esto se reduce a gestionar tus emociones. Esto hace que la sensación de «no llego a todo» te mantenga en un estrés constante, como el hombre de la prehistoria tratando de sobrevivir a las adversidades de la naturaleza.
Así, cuando pasas un período de estrés prolongado y mantienes tu sistema simpático sobre estimulado, produciendo grandes cantidades de cortisol, tu cerebro entiende que has hecho un gran desgaste de energía, porque entiende que has huido o peleado frente al enemigo y entonces te pide reponer energía rápida. Esta ingesta hace que se active el sistema parasimpatico y así consigues reparar y calmar tu SNC.
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