Todos en algún momento hemos dicho esta frase: Tengo ansiedad. Sin darnos cuenta, se ha convertido en una forma de hablar: estoy estresado, tengo ansiedad. Le vamos atribuyendo culpas al trabajo, a los niños, a la pareja. La realidad es que la ansiedad solo es el resultado de cómo gestionamos las tareas que tenemos que hacer. Vivir en el futuro, intentando controlar lo que va pasar, genera ansiedad. Vivir en el pasado, intentando cambiar lo que ya pasó, genera depresión. Y los dos estados son una alteración de la realidad, del ahora.
Estar en el presente es una tarea de consciencia y se consigue a través de la meditación, mindfulness o atención plena. Cuando menciono los beneficios de la mediación en consulta la gente se queda maravillada, sin embrago, pareciera que la palabra meditación genera un cierto respeto y a veces hasta rechazo por el simple hecho de verlo como algo imposible o por otorgarle una connotación religiosa, específicamente budista.
El mindfulness procede del budismo, sin embargo, es una disciplina laica. Jon Kabat-Zinn (5 de junio de 1944, Nueva York) un profesor emérito de Medicina, ha sido con sus prácticas de zen, yoga, y sus estudios con diversos maestros budistas, que lo condujeron a integrar partes de esas enseñanzas con las de la ciencia occidental, creando la técnica de Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena, llamada mindfulness, una forma de meditación laica, para vivir conscientes en el presente.
A continuación, te sugiero 5 pasos sencillos para aprender a meditar. Antes de nada, encuentra un lugar tranquilo, siéntate cómodo, en el suelo o en una silla, lo importante es que no haya nada que te genere incomodidad y te distraiga de vivir la experiencia
1. Empieza por hace runa respiración profunda y, a continuación, céntrate en las sensaciones de las partes de tu cuerpo que están en contacto con la silla o el suelo.
2. Dirige tu atención al pecho y al vientre y nota como se mueven con la respiración.
3. Presencia cada respiración. Es posible que notes una pequeña pausa después de inspirar o espirar.
4. Si tu mente se pone a divagar y pierdes el contacto con la respiración, simplemente observa con curiosidad, que es lo que te está haciendo alejarte y luego redirige la atención al vientre y a la respiración.
5. Es tan importante tomar consciencia de que tu mente divaga, como permanecer consciente de ella. Lo importante es que no te culpes, la mente está hecha para pensar y no puede estar en blanco, solo observa lo que piensas, da las gracias por darte cuenta y continua.
Mi recomendación es empezar con 5 minutos por la mañana y 5 por la noche, verás que con la práctica empezarás a sumar más tiempo.