La alimentación consciente es una experiencia individual, que implica el cuerpo, el corazón y la mente, a la hora de planificar, elegir, comprar, cocinar y comer los alimentos.
Incluye todos los sentidos: colores, texturas, aromas, sabores e incluso sonidos a la hora de comer y beber. Para entender que no comemos únicamente por hambre celular, si no que hay muchos factores que nos hacen comer, incluso sin hambre y son totalmente válidos
La alimentación consciente aboga por el no juicio y vivir la experiencia del comer y la relación con la comida, como una experiencia única para cada persona. No hay una manera correcta o incorrecta de comer.
Comer de forma consciente induce a disfrutar de la comida, con la premisa de elegir de forma presente y atenta ¿qué quiero comer ahora mismo? tomando en cuanta cómo estoy en el momento que elijo el alimento
La palabra «elegir» juega un papel fundamental para el camino del autocuidado. Si soy capaz de reconocer cómo estoy en el momento que voy a comer, puedo tener la capacidad de elegir de forma acorde de lo que quiero y no por factores ajenos a la ingesta, como una emoción no atendida, por un impulso, por acallar la mente o llenar un vacío o por debería o no debería de comer esto
La alimentación consciente, es todo lo contrario a vivir en una dieta restrictiva que te prohibe de cuidarte y disfrutar de la comida
En definitiva, la alimentación consciente es restaurar nuestra sensación de satisfacción al comer, seamos lo que seamos y comamos lo que comamos.