Pareciera que siempre comemos por hambre, porque pasamos horas sin comer y nuestras células nos piden comida, pero ¿Siempre es así? O existen otros factores que nos llevan a comer sin hambre.
La comida altera nuestros sentidos: el olor a un alimento que conocemos y nos gusta, el que nos hablen de un plato de comida sabroso, el ver un delicioso pastel o una pizza con su queso fundido, son elementos que pueden llevarnos al acto de comer, aún sin tener hambre. Y luego está lo subliminal, esa discusión en el trabajo que me cierra el estómago, pero en cuanto llego a casa me relajo y me devoro todo lo que hay, ese aburrimiento de un domingo por la tarde o simplemente esa reunión con amigos donde como, porque la comida llega y los demás también lo hacen.
El ser consciente de todas estas circunstancias y más, que nos llevan a comer me regala la libertad de saber qué es lo que quiero, qué es lo que quiero comer y cuánto quiero comer. Si yo elijo, la satisfacción siempre estará garantizada, si me dejo llevar, al final me sentiré mal conmigo misma y probablemente culpable.
¿Cómo se si tengo hambre? Antes de dejarte llevar por el impulso de comer, piensa en una fruta o alimento que menos te guste, en mi caso es la manzana y pregúntate: ¿Me comería una manzana ahora mismo? Si tu respuesta es no, y te sugiere un alimento más específico como chocolate, galletas o queso, entonces no es hambre y te recomiendo que leas estos consejos que vienen a continuación:
5 pasos para comer solo con hambre.
Si ya sabes que no tienes hambre fisiológica y que es otro tipo de hambre la que te está atacando, en esa hora crítica, que suele ser a media mañana en el trabajo o cuando llegas de la oficina, puedes utilizar estos trucos:
- Pregúntate: ¿Cuándo comí la última vez? ¿Comí lo suficiente o quedé con hambre? Si te das cuenta que llevas más de 3 o 4 horas sin comer, o que has comido poco, entonces tienes hambre. Decide que comer, colócalo en un plato y siéntate a comer, sin hacer más nada que comer.
- Si no ves que no es hambre, distráete con algo que te interese. Llama una amiga, ve a dar un paseo, lee un libro o mira una serie, eso te distraerá. Bebe agua o descansa, a veces nuestro cuerpo confunde la sed o el hambre con el hambre. Si nos falta energía porque estamos deshidratados o muy cansados el cuerpo asocia a reponer calorías.
- Planifica tus horarios y tus comidas. Las personas que tienen obesidad y sobrepeso no es porque comen muchísimo más, es porque lo hacen peor. Comen alimentos con bajo valor nutritivo y además, muy desordenado, se saltan comidas, compensan grandes comelonas con ayunos y eso, esta comprobado, que no funciona.
- Pregúntate por tus emociones: ¿Me siento sola? ¿Estoy enfadada? ¿Me aburro?
- Pregúntate: ¿Del 0 a la 10 cuánta quiero comerme «este alimento» ahora mismo. Se sensato contigo mismo y obedece a tu deseo, siempre que sea real.