Es posible que este título te llame mucho la atención, sobre todo tomando en cuenta que quien te escribe este artículo es una coach nutricional.
Las enfermedades oncológicas poseen una composición bastante variada: la genética, la alimentación y estrés son factores fundamentales. Pero parece que se ha puesto la atención en estás dos primeras y se ha dejado un poco de lado, esta ultima.
La verdad es que no está muy bien claro el proceso, pero los científicos, cada vez más intuyen que las emociones y el estrés tienen una influencia muy alta en el desarrollo del cáncer.
David Batty, un epidemiológico que realizó un trabajo en diferentes universidades: University College de Londres, Universidad de Edimburgo y de Sídney, donde se analizaron diferentes investigaciones durante 12 años, en más de 160.000 personas. En este estudio, aproximadamente unas 4300 fallecieron de cáncer.
Los resultados arrojaron que las personas con depresión y ansiedad poseían una incidencia del 80% de cáncer de colon y dos veces más de páncreas y esófago, no olvidemos que las personas depresivas son más propensas al consumo de tabaco, alcohol y a la obesidad.
Así que la conclusión es que el cáncer también está relacionado con el incorrecto manejo de las emociones.
Gestiona bien tus emociones:
Autoconocimiento: aprende a conocerte. Explora tus emociones: observa como te sientes, lee y si lo ves necesario acude a un profesional.
Asertividad: no intentes caerle bien a todo el mundo, a ti hay personas que tampoco te caen bien. Di lo que piensas sin herir y actúa coherentemente con lo que sientes.
Aprende a decir que no: porque no aceptes hacer cosas, ir a sitios o asumir trabajos, tus amigos no dejarán de quererte y si no te entienden, entonces no son tus amigos.
Aléjate de la gente tóxica: aprende a identificar a la gente tóxica, esa que te hace sentir pequeña o pequeño y aléjate de ella.
Obsérvate: en la vida hay momentos tristes, o de enfado donde el estrés, la ansiedad o incluso la frustración, nos invade. Esto es normal, la vida no es plana, el problema esta si estas emociones se cronifican, alterando nuestro estado de ánimo. Si eso pasa, pide ayuda.
Medita: numeros estudios demuestran científicamente los grandes beneficios de la meditación. Leer más aquí