¿Te ha pasado que ves un helado y solo con verlo sientes que has engordado dos kilos y el pantalón ya te esta más apretado?
Parece que el comer y sentirse culpable esta asociado a algún trastorno de alimentación, como los atracones o la bulimia nerviosa o el comer compulsivo y no es así. Esta conducta esta asociada a un tipo de relación con la comida
La culpa es una palabra que nos genera carga y en especial aquellas personas que llevan desde muchos años haciendo dietas, incluso desde niños, a veces con buenos resultados y otras no tanto, sobre todo a largo plazo, cuando se termina la dieta por fin y empiezas a comer como si se te fuera la vida en ello, porque te han privado de muchos alimentos en miles de restricciones.
El solo comer de una forma distinta a las dietas que han marcado tu vida, te genera un conflicto. Así mi consulta se llena de comentarios como: «dicen que el aguacate engorda, comer hidratos por la noche engorda, la fruta engorda, los frutos secos tienen mucha grasa y engordan, comer lechuga por la noche hincha y engorda«. Un sin parar de mitos que hacen que te sientas culpable por todo lo que comes a menos que sea lechuga y pechuga
Empieza a escucharte y entender hasta que punto te culpas por todo lo que comes, sobre todo cuando estás disfrutando de una comida y tu cerebro te dice: te esta gustando mucho, claro, es que debe de engordar un montón.
Te invito a que te escribas una carta a ti misma, donde te digas cómo te gustaría comer para disfrutar de ese momento, sin sentirte culpable y qué te gustaría comer en libertad.
Escribe «Hoy me doy permiso de comer (alimento) sin sentirme culpable» y antes de comer este alimento, te invito a que des las gracias, de esa manera conectaras con los nutrientes y beneficios de ese alimento y no con la idea preconcebida de la mentalidad dieta que te ha acompañado y te hace sentir culpable.