Son innumerables los beneficios de comer más despacio, entre ellos el que ya hemos oído alguna vez: comer más despacio ayuda adelgazar. Sin embargo en nuestro día a día, con nuestro ritmo particular de hacer varias cosas al mismo tiempo: comer mientras veo instagram y hablo con una amiga con el manos libres del móvil, por ejemplo, se ha convertido en algo habitual
Casi sin darnos cuenta, el comer haciendo otras cosas se ha convertido en un hábito, tan arraigado que cuando le sugiero a mis clientas que «mientras coman, solo hagan eso» les parece imposible y algunas veces cuando lo hacen, descubren una sensación de vacío, el vacío que da el hacer una sola cosa a la vez.
Así que hoy te voy a dar 5 trucos para comer más despacio para puedas estar más presente a la hora de comer y aprender a disfrutar de la comida. De esta manera podrás conectar con tus niveles reales de saciedad y seguramente subirá tu nivel de satisfacción al finalizar la ingesta, porque estarás conectada con lo que quieres.
- Planifica tu comida. Cada vez tenemos menos tiempo para comer, así que es sumamente importante que sepas con antelación qué vas a comer. Hacer platos sencillos con condimentos diferentes puede hacer que ahorres tiempo en la cocina sin renunciar al disfrute y al sabor. Prueba condimentar con hiervas como orégano, tomillo, eneldo, hiervas provenzales. También puedes usar especies como el curry, especies indias, tahilandesas o también pimienta de diferentes tipos: negra, rosa, verde, cayena. Otra opción es utilizar semillas o gomassio . Puedes condimentar con diferentes vinagres, aceites de semillas y soja o tamari.
- En la mesa solo lo que se va comer. Opta por servirte el plato o los platos de comida y colócalos en la mesa, no coloques bandejas o las ollas en medio de la mesa, porque eso provoca un instinto de supervivencia que hace que vayamos «a por la presa» lo más rápido posible, «antes que nos la quiten» haciendo que comamos aún más de prisa.
- Come presente. Si notas que estas acelerada, angustiada o preocupada por algo, no comas hasta no estar tranquila, así no comerás tan rápido y la comida te sentará mejor. Una forma de calmarte es tomándote 3 minutos de una respiración pausada, llenando tu vientre de aire y vaciándolo lo más despacio que puedas, así darás una señal a tu cerebro que todo esta bien y que puede proceder a comer, preparando tus órganos para una buena digestión.
- Disfruta del momento de comer. Intenta comer en un sitio del trabajo o de tu casa que sea para eso, para comer de forma relajada. Siéntate cómodamente y en el momento de comer no hagas nada más que eso. Observa con curiosidad los alimentos en el plato ¿cómo los has colocado? ¿te apetece comer esto ahora mismo? ¿cuánta hambre tienes basándote solo en mirar el plato con los alimentos?. Todo lo que te respondas esta bien, recuerda que no se trata de juzgar, si no de observar y conocerte.
- 20 minutos para comer. Quizás deberías de poner un tiempo para tu ingesta. La idea es que no sea un punto más de estrés en tu vida, si no todo lo contrario, que puedas darte el regalo de comer durante esos 20 minutos, disfrutando cada bocado o, por lo menos, los primeros que des a cada alimento distinto que haya en tu plato. Hay un dicho que dice: comer acompañada sociabiliza y comer solo animaliza, te animo a que busques comer en compañía, seguro es más placentero y más lento que comer sola.
Vamos demasiado de prisa y pensamos que comer rápido solo depende de la ingesta, pero realmente es una consecuencia de todo el acto que implica comer, pensamientos como :«no me da tiempo ni para comer» «como lo primero que encuentro» «nunca tengo hambre, pero cuando empiezo no puedo parar» son propios de una mente que esta desconectada y apurada a la hora de comer y la consecuencia es una comida «acelerada» y muy poco satisfactoria, lo cual te llevará a comer al poco rato, intentando saciar algo que no se ha saciado porque has ido demasiado de prisa.