Quería empezar este artículo comentando que picoteo y atracón son cosas muy diferentes. El trastorno por atracón, tiene síntomas muy claros, mientras que el picoteo puede ser más difícil de determinar como un trastorno, hablaré de ello en siguientes artículos.
El Dr. en Psiquiatría Albert Stunkard (1959), fue el primero en hablar del concepto de trastorno por atracón, sin embargo, no fue hasta que la Asociación Americana de Psiquiatría, lo define como: «la ingesta que se hace en un periodo de tiempo, de una cantidad de alimentos superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un periodo similar en circunstancias parecidas»
Síntomas del trastorno de alimentación:
- Comer muy rápido
- Comer hasta sentirse desagradablemente lleno
- Comer mucho, aunque no se tenga hambre
- Comer en soledad
- Sentir un profundo sentimiento de culpa al terminar la ingesta
Hablamos claramente de una «perdida de control» y desconexión total de los sentimientos reales, para conectar con una culpa constante.
Ahora bien, la pregunta más importante es: ¿siempre que haya un atracón hay una patología? la respuesta es NO. Para cumplir el diagnostico de trastorno de atracón, se deben de cumplir las características anteriores y se suman una más: que estos episodios se hagan mínimo 1 vez por semana en el transcurso de tres meses.
Puede ser que, sin cumplir las características anteriores, hayas presentado periodos de atracones o de ingesta compulsiva. Sin embargo, el malestar psicológico como remordimiento y/o culpa, son igualmente importante haya o no trastorno. Por ello es muy importante que descubras cual es tu relación con la comida, comprender que te ocurre habitualmente y trabajar para gestionarte con ella y que la comida no te controle.
Observa con curiosidad y sin juicio si tu comer es compulsivo o impulsivo. Para ello tienes que estar atenta a lo que acontece antes de la ingesta. Si con la ingesta intentas borrar emociones o pensamientos que te preocupan, es una comida compulsiva. Si, por el contrario, la ingesta no esta asociada a nada de estas emociones, es un comer impulsivo, mucho más complicado de frenar, debido a que no hay una deliberación previa detallada.
Lo más importante no es cómo sea tu relación con la comida, lo importante es cómo la estas viviendo. Si te sientes agotada mentalmente de luchar contra esto, haciendo miles de dietas e intentos frustrados de dejar de funcionar así e intentar una y otra vez perder peso, tienes que buscar ayuda para salir de ese bucle que no sabes donde empieza y donde termina.