Seguro que te ha pasado por la mente que no quieres tirar por la borda todo lo que has conseguido hasta ahora con respecto a tu peso, salud y figura corporal. Es por eso que te voy a dar mis 8 trucos para no engordar este verano. Si los sigues te prometo que conseguirás mantenerte en forma e inclusive perder algún que otro kilo.
Mis 8 trucos para no engordar este verano:
- Más verduras y menos animales. Las verduras nos aportan grandes beneficios a nuestro organismo, como vitaminas minerales, pre-bioticos, fibra y sobre todo hidratación y saciedad. La proteína animal también nos aporta saciedad, pero en esta época del año, puede causar pesadez. Comer más verdura te ayudará a sentirte ligera, saciada y sumar menos calorías.
- Bebe agua en ayunas y durante el día. Según la universidad de Harvard, la base de una buena hidratación radica en beber agua a demanda y de forma pausada y continuada. Vale más beber sorbos de agua y mantenerlos en la boca un rato antes de tragar, que beber litros de forma acelerada. Si quieres que tu estómago se hidrate y limpie cada mañana antes de desayunar, bebe uno o dos vasos de agua en ayunas. Aquí te explico cómo.
- Cuando comas, solo come. Has escuchado que comer despacio adelgaza, pues es verdad y cuando comes despacio estás presente en el momento de comer. Cuando quieras comer un alimento, el que sea, pregúntate en plena presencia ¿este alimento que voy a comer, me cerca o me aleja de mi objetivo de cuidarme? y una vez respondido, si respondes afirmativamente, decide cuánto vas a comer, siéntate en la cocina y come con consciencia. No te distraigas con el móvil, o la tele o un libro. No te vayas del presente, del disfrute al 100% de ese alimento.
- Ojos que no ven. ¿Quién crees que va comer más helado aquel que pasa cada día por delante de una heladería o aquel que tiene helado en el congelador? No es una pregunta con trampa. Esta comprobado que una persona que tiene en su casa o sitio de trabajo la tentación de ese alimento que le gusta, tendrá 10 veces más posibilidades de caer en la tentación que aquel que no lo tiene. Si no compras este alimento que tanto te pierde y que te parece irresistible y solo lo dejas para momentos especiales, sumaras menos calorías y más salud a tu dieta.
- Ensaladas a la italiana. No te dejes engañar, una ensalada césar puede llegar a tener el doble o triple de calorías que un plato con arroz, pollo y judías, por ejemplo. Así cuando tomes ensalada, adoba siempre con una pizca de sal, un toque de vinagre de manzana y aceite de oliva virgen. Algún día, como excepción utiliza algún vinagre de módena, para cambiar el sabor, pero huye de las salsas americanas, como: césar, ranchera, yogurt, etc. Aquí te dejo una receta muy sencilla y diferente para hacer este verano.
- Coche no, gracias. Aprovecha a caminar todo lo que puedas. Aprovecha estos días eternos para dar paseos por la tarde, a la fresca. Aprovecha la playa para caminar por la orilla, mientras te bronceas. Aprovecha los paseos por las montañas e inclusive los días de rebajas para andar, tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.
- Es hora de la merienda. Saltar la merienda implica pasar un largo tiempo sin comer alimentos, lo cual reduce los nutrientes en sangre y los sustratos de energía para cerebro y otros órganos. Además, se incrementan las señales de hambre llegando con un nivel elevado a la cena. Aprovecha esta época del año para tomar frutas de merienda, la sandía, el melón y la piña son una excelente opción.
- Lee las etiquetas. En esta época del año cuesta mucho cocinar, por lo menos a mí. Las altas temperaturas hacen que solo pienses en cosas muy frescas y rápidas. Así, puede pasar que tiremos mano de algunos alimentos que ya están listos para comer, como legumbres, atún, salmón e inclusive embutidos que nosotros consideramos «sanos» (por cierto, no hay ningún embutido saludable) y muchas veces caemos en la trampa del jamón york o el pavo. Yo te invito a que leas las etiquetas, muchas cosas que salen allí no las vas a entender, pero seguro que el segundo o tercer ingrediente si sabes que es: azúcar, en cualquiera de sus formas, azúcar normal, invertido o de caña, todos son azúcar.