Hay personas que van tomando conciencia de su salud integral y han adquiridos conocimiento de la cantidad de tóxicos que ingerimos a diario e incluso que respiramos, que recargan nuestro organismo de sustancias difíciles de depurar y que por su puesto reléntizan las múltiples funciones de nuestro hígado, tanto para el sítema digestivo, como para el endocrino. Podríamos mencionar los metales pesados de los pescados azules (grandes como salmón o atún), los pesticidas de las frutas y verduras, etc.
Y otras me preguntan porqué hacer la depuración si no tenemos síntomas como: colesterol, triglicéridos, hígado graso o malas digestiones.
Os comento que, aunque no presentemos estos síntomas, hay otros menos evidentes, pero no menos importantes:
Digestiones pesadas
Nudo en el estómago
Cambios de humor irritable: tristeza o melancolía. Ansiedad. Suspiros frecuentes
Dificultad para digerir grasas, nudo en el estómago.
Dolores de cabeza o musculares
Cansancio excesivo y falta de concentración
Sueño intranquilo o insomnio
Solo con dos de ellos, ya valdría la pena pensar en hacer un cariñito a nuestro hígado y si no presentas ningún síntoma y la quieres hacer igual, no lo dudes, los resultados son fantásticos, tanto a nivel físico como a nivel emocional.
En el próximo artículo, dandole la bienvenida a la primavera, te explicaré como hacer una depuración sencilla y efectiva